Los síntomas de desnutrición pueden variar de acuerdo a lo que causa la desnutrición, pero se pueden mencionar
síntomas generales como fatiga, mareo y pérdida de peso. Se puede detectar la desnutrición mediante diversos valoraciones nutricionales y análisis de sangre.
En los
niños con desnutrición se puede
observar que no crecen, están tristes, no juegan, no quieren comer, lloran con
facilidad, y se enferman muy fácilmente. En
medicina se puede detectar la malnutrición o la desnutrición midiendo la talla y el peso y comparando estos con
tablas de crecimiento, verificando si hay un desvío de los valores normales de
talla y peso para la edad dada del niño.
En
2006, la OMS (Organización Mundial de la Salud) difundió
el nuevo Patrón de Crecimiento Infantil a nivel mundial. Se considera que los
niños que siguen el desarrollo dentro de este patrón tienen un crecimiento
normal para esa edad. Con este nuevo patrón se demuestra que todos los niños
del mundo tienen el mismo potencial para desarrollarse y que las diferencias en
el crecimiento hasta los cinco años de edad están relacionadas con una adecuada
nutrición, el tipo de alimentación, la atención sanitaria y el medio ambiente,
independientemente de los genes o
región del planeta a la que pertenece el niño.
Una revisión sistemática a nivel mundial publicada en enero de
2016 en The Lancet Diabetes
& Endocrinology por
Scherdel et al., concluye
que actualmente las prácticas que se llevan a cabo para controlar el ritmo de
crecimiento de los niños en la mayor parte de los países se basan en datos
insuficientes, utilizando métodos subóptimos, lo que conduce a la existencia de
retrasos diagnósticos en casos de trastornos de salud importantes, con
consultas excesivas de niños sanos con variaciones normales de crecimiento,
todo lo cual produce elevados costes sanitarios. Se necesitan posteriores
estudios para poder estandarizar la práctica del control de crecimiento y
llegar a establecer un acuerdo internacional, y definir cuándo un crecimiento
es anormal, incluyendo la selección de tablas de crecimiento adecuadas. No
obstante, resulta importante que los clínicos tengan presente que un algoritmo
es un patrón de toma de decisiones que establece una serie de compañeros, pero
que en ningún caso debe sustituir el propio juicio individual y la valoración
clínica personal.
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